Hace escasos minutos he terminado de ver el último episodio de la primera temporada de "Arrested Development", una serie con un sentido del humor bastante peculiar y unas cuantas pinceladas surrealistas (como esos trailers del capítulo venidero que rara vez se corresponde con la realidad del episodio) que, pese a no contar con el acidérrimo humor de "Colgados en Filadelfia" o "Breaking Bad", ni con el carisma de los personajes de "Seinfeld" o con el conjunto de todas estas virtudes que amalgama "Malcolm in the Middle", deja un muy buen sabor de boca y ansias de visionar la siguiente temporada. Al respecto de esto último, y buscando información de cuantos capítulos religiosamente doblados me quedaban por ver, me encontré con un artículo del periódico "20 minutos", en el que un anónimo decía algo al respecto de la serie, con lo que estoy bastante de acuerdo*:
"Me gusta Arrested Development porque tiene un humor muy negro, muy salvaje. Porque sus personajes son seres despreciables y divinos que van siempre demasiado lejos. Porque se burla de la sagrada institución familiar, del poder, del dinero, del movimiento gay, de las damas de beneficencia, del fanatismo religioso, de la inmigración ilegal, de la mala televisión y de Sadam Hussein."
(*) No considero que el humor sea tan negro, sino más bien ácido. Y me parece imperdonable no mencionar la presencia de Lisa Minelli en toda su apoteósica decadencia.
PD: Por no mencionar lo buenérrima que está Portia de Rossi
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